Una ciudad entera al ritmo del tambor

BUENOS AIRES (ARGENTINA).-  En los últimos años Buenos Aires se ha convertido en una capital del ritmo: tambores, timbales, bombos y platillos suenan en todos los rincones de los barrios porteños. Tanto por influencias extranjeras, como por internarse en los ritmos folclóricos y latinos, el repiqueteo suena en manos de grupos que ya han alcanzado cierta popularidad, transportando a los oyentes a otros climas y paisajes, a fiestas del cuerpo y la danza. Aquí va, entonces, un panorama de este sonar:

ampliar foto

blmurch (Flickr)

Una murga tradicional en San Telmo.

Uno de los grupos pioneros en este sentido es La Chilinga, grupo dirigido por Daniel Buira (ex baterista de Los Piojos) y que se define en primera instancia como una "escuela popular de percusión". Esta se formó en 1995 y se dedica al estudio, investigación y ejecución de diferentes ritmos afroamericanos, tales como el samba enredo y samba reggae de Brasil; candombe uruguayo y argentino, marcha camión y murga (por el lado rioplatense); malambo y chacarera de Argentina; rumba, abakuá, candomblé, son, iyesá y makuta de Cuba, entre otros ritmos afrolatinos, además de varios ritmos propios compuestos y creados en la propia escuela. El grupo ya va por su cuarto disco grabado y una escuela que no para de crecer y recibe músicos o principiantes de todos los rincones del país. La Chilinga suele tener un fuerte calendario de presentaciones y siempre acompaña a grupos de rock en grandes recitales.

Otro de los grupos que viene pegando fuerte, aunque desde otros ritmos y estéticas, es el Choque Urbano. Éste, desde una estética más comercial e influido por grupos extranjeros como Stomp, fusiona la percusión con el teatro, la improvisación y la danza. Para ellos lo central es no sólo el ritmo, sino el ruido y el golpe junto a la puesta en escena. Por eso el grupo está integrado por artistas de distintas disciplinas, técnicos y diseñadores, y como mencionan, lo que importa es la "voluntad de transformación". Así un objeto cotidiano o un ruido pueden convertirse en un ritmo o escena, en un sonido o pie para un personaje. En este verano de 2009 en Argentina, El Choque vuelve a los escenarios con 'Desembarco', en el Centro Cultural Konex.

Por otra parte, un auténtico hito que no para de crecer y ya se convirtió en un éxito es la Bomba de Tiempo, proyecto que nació en 2006 en manos de Santiago Vázquez. Con auténtico riesgo, los toques son convocados para los lunes a la tardecita (19 horas) en la Ciudad Cultural Konex. Cientos de personas (entre fieles seguidores y muchos turistas) hacen filas en las calles del Abasto, para entrar a la fiesta del ritmo porteño. Allí, más de 10 músicos improvisan bajo la dirección de uno de ellos (que va rotando) a través de ritmos y colores variados. También aparecen en escena invitados todos los meses, que incluyen otras músicas, colores e instrumentos. Alejandro Oliva, uno de los pioneros del grupo, hace vibrar (sin fallar) a los cientos de espectadores que no paran de saltar, mezclarse y gritar en una auténtica fiesta dionisiaca. Incluso, como en los mitos musicales que pasaron a la historia, los shows ya tienen sus propios personajes. Así, entre el tumulto de la multitud nace 'El pájaro', un joven que se sube a la espalda de un compañero y desde el aire comienza a estirar sus brazos sin cesar, imitando los movimientos de un plumífero enloquecido. La Bomba de Tiempo es una fiesta imperdible y una buena ocasión para empezar la semana bien arriba con amigos, o una genial oportunidad para el 'chamullo' y las relaciones internacionales entre turistas y porteños.

Finalmente, en el mes de febrero, el verano porteño regala ritmo y cantos en todos los barrios de la ciudad en manos de las tradicionales murgas. Con un espíritu renovado y luego de lograr que se volvieran a establecer como festivos los días del carnaval (para los empleados públicos) las celebraciones del 'Rey Momo' y el baile nacen debajo de las baldosas en todas las esquinas y cada noche. Las tradicionales murgas como Los cometas de Boedo y Atrevidos por costumbre se mezclan junto a las nuevas murgas, con los clásicos cantos de protesta, el humor de los conductores, la curiosidad de los niños murgueros, la belleza y extravagancia de los trajes y la clásicas 'matanzas', en donde se destacan los bailarines y bailarinas virtuosos. En los últimos años, el número de murgas superó las 100, en más de 30 corsos, y se convirtió en una auténtica fiesta para las familias porteñas.

Dónde escuchar buen ritmo

• Tanto La Bomba de Tiempo, como El Choque Urbano se presentan en el Centro Cultural Konex, Sarmiento 3131. Incluso este espacio cultural, suele ofrecer obras de teatro o circo de gran calidad. Consulta sus progamaciones en su web.
• La Chilinga suele ser un grupo nómade respecto a sus recitales. Para seguir su itinerario es recomendable consultar su página web en Cartelera.
• Las murgas de Buenos Aires se presentan todos los años en febrero y en todos los barrios. Las programaciones suelen definirse una semana antes y pueden consultarse oportunamente en la Agenda del Portal Oficial del Gobierno de la Ciudad.

Dónde conseguir los discos

• Salvo algunas excepciones, la mejor esquina de Buenos Aires para conseguir música independiente o vinculada a la percusión, es el cruce de la Avenida Corrientes y la Avenida Callao. Allí se pueden encontrar dos disquerías de renombre: Zivalz, Av. Callao 395 y Disquería Gandhi, Av. Corrientes 1743.