Sube la temperatura, vete de sauna

TAMPERE (FINLANDIA).-  La sauna, milenaria tradición, constituye un elemento clave en la vida social finlandesa. Lugar de reunión con amigos o familiares, el final feliz a una tarde de ejercicio moderado o simplemente una escapada obligada para combatir el estrés de una larga y oscura jornada de trabajo. Variadas son las excusas para agarrar la toalla y sudar la gota gorda, por amor al arte, que es como más se disfruta este acto de penitencia para algunos y placer para otros. Deleite de jóvenes y ancianos, la sauna es una experiencia cien por cien gratificante. Disponible 12 meses al año, se puede combinar con un remojón en el lago, helado o no, o con una tarde de cervezas y amigos. Saunas de humo o eléctricas, cada cual tiene su opción preferida.

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decade_null (Flickr)

La calle principal de Tampere ya celebra la Navidad.

Varios mitos rodean a la sauna y a sus bondades o maldades. Cierto es que de antaño era el lugar donde las mujeres daban a luz, dada la dificultad de los agentes nocivos para sobrevivir a tales temperaturas. Reconocidas son también sus propiedades terapéuticas, en pequeñas dosis y sin mezclarla con alcoholes, como ocurre a menudo. La sauna es un lugar que no entiende de géneros, lleno de magia y leyendas que aún hoy se transmiten de generación en generación.

Y no sólo a los finlandeses les gusta la sauna. De forma progresiva este invento se fue extendiendo por los países bálticos y nórdicos, para luego convertirse en algo global, que uno puede disfrutar, esté en Pekín o en Albacete. Es difícil encontrar un país en el que uno no pueda disfrutar de una buena sauna. Hay empresas que vieron venir el negocio y se dedican ya a la exportación de saunas prefabricadas. Se comercializan junto a ellas toda una amplia gama de productos para la sauna, como aceites, jabones y utensilios varios.

Rodrigo Ginés

Con este frío, ¿cómo no pasarse por la sauna de Rajaportti?

En Tampere, varias saunas públicas hacen las delicias de los aficionados a este quehacer de altas temperaturas. La sauna de Rajaportti, centenaria ella, ofrece una experiencia del siglo pasado, con un calor intenso pero sano y una zona de recreo para charlar ante la atenta mirada de las casas de madera del barrio de Pispala, famoso por sus artistas y sus vistas a los majestuosos lagos que rodean Tampere. Algo pequeño que objetar: el lago queda demasiado lejos, pero durante el invierno uno puede zambullirse en los montones de nieve apilada para tal efecto. La discusión con los autóctonos del lugar está garantizada, no importa la lengua.

Otras saunas muy concurridas son las de Rauhaniemi y la de Kauppi. En esta última, una larga escalera conduce a los atrevidos bañistas hasta la orilla del lago Näsijärvi. Existe la posibilidad además de comprar unas salchichas y cocinarlas en la barbacoa, sin olvidar darles la vuelta entre sofocón y chapuzón, y viceversa, para evitar males mayores. Desgraciadamente, hace un mes se pasaron con la leña y la sauna se quemó, y es que la sauna, como las salchichas, tiene un aguante limitado. La búsqueda de este límite lleva a algunos atrevidos a participar en delirantes competiciones de aguante en sauna. La idea es simple, gana el que más dure en la sauna, sin gratinarse, claro está.

Dicen que hay más de dos millones de saunas en Finlandia. Teniendo en cuenta que la población ronda los cinco millones y medio, la oferta es abrumadora. Así que ya sabes, en Finlandia o donde sea, no seas tímido y atrévete con las altas temperaturas de estos sitios tan especiales.

Para saber más

• Web de Turismo de Tampere, con información sobre sus saunas