El barrio con la natalidad más alta de Europa

BERLÍN (ALEMANIA).-  Frente a la puerta del Spielzimmer, un cálido café del barrio de Prenzlauer Berg de Berlín, están aparcados decenas de modernos cochecitos para niños equipados para toda condición climática y otros tipos de carritos, homologados para llevar hasta cuatro criaturas y preparados para estar enchufados a una bicicleta. Dentro, el café tiene la típica barra de un bar berlinés, con una variedad de dulces y distintas medidas de latte macchiato, o cappuccino (cuyo nombre se pronuncia en italiano). Sin embargo, la peña no es propiamente típica. Es más bien una mezcla de mamás que amamantan, niños que gritan y corren, otros jóvenes y estilosos padres que charlan entre ellos. La escena se repite igual en varios otros lugares de este barrio, famoso también por su producción cultural.

Laura Luchini

No es una guardería: es el café Spielzimmer por fuera...

Y es que el barrio berlinés de Prenzlauer Berg es una excepción en Alemania. Es joven, próspero y está lleno de niños. Sus 145.000 habitantes tienen una edad comprendida entre los 25 y los 45 años y su tasa de natalidad es de 2,1 niños por madre frente a los 1,5 del promedio europeo, y los 1,3 de Alemania.

Si se pregunta a los padres que pasean por este barrio con sus mocosos cuál es la razón, a menudo la respuesta se reduce a una palabra: "Elterngeld", es decir las ayudas públicas que los Eltern, los padres, perciben desde el primer año del hijo, hasta sus 25, cuando se supone que haya terminado de estudiar. Cada familia puede recibir hasta 25.200 euros por cada niño nacido a partir de enero del 2007.

"Cuando me quedé embarazada por primera vez, tenía 26 años, estaba todavía en la universidad y no me lo esperaba", explica Anne, madre de tres hijos, mientras está sentada en una minúscula silla blanca del Spielziemmer, "no lo tenía programado, pero no quería abortar. Hablamos del tema con mi novio, y nos dimos cuenta de que para el primer hijo podía recibir del Estado hasta 700 euros por mes. ¡Ahora tenemos tres!", sonríe.

Otras tres chicas sentadas alrededor de una mesa contestan al unísono, "Elterngeld", para explicar el fenómeno de Prenzlauer Berg. "Es muy importante tener a alguien a lado para criar hijos", expresa Kathrina, "sin embargo, si mañana, por cualquier razón, estuviera sola con mi hijo, no tendría problemas", y añade: "Un hijo es para toda la vida, un novio no".

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Y así es el café Spielzimmer por dentro...

Sin embargo, simplemente con la ayuda pública no se explica el fenómeno que ya se conoce como Pregnancy Berg. Otras razones tienen que ver más con su historia. Después de la caída del muro, este barrio del este de Alemania fue el primero en ser colonizado por los del oeste. En los años ’90, llegaron aquí artistas, escritores y creativos de toda Europa para disfrutar de los precios baratos de las viviendas y de las calles tranquilas bordeadas de árboles. Surgieron aquí bares alternativos y underground que hicieron el barrio popular en el mundo.

Aquellos jóvenes son ahora la nueva generación de padres fenómeno. Al lado de los bares alternativos, surgieron decenas de cafés como el Spielzimmer. Y es más, todo lo que existe para adultos, aquí existe también para los niños: desde el dentista, a las tiendas de ropa y las librerías. Lamentablemente, debido a su popularidad, ya no es tan barato como antes.

"Cuando mi novia y yo nos mudamos a Prenzlauer Berg, en los años ’90, la escena musical estaba explotando, y los alquileres eran muy baratos", explica Karl, un joven padre, sentado en parque de juegos cubierto, mientras juega con su hija, "ahora criar un hijo aquí es más fácil que en otros sitios, el ambiente es muy tolerante y si vas al restaurante nadie se queja de que los niños estén corriendo y gritando por ahí". Por cierto: los padres como Karl también se pueden beneficiar del subsidio público de 'paternidad' en el trabajo, igual que las madres.