Cuando la música negra salvó a América

El 4 de abril de 1968 Martin Luther King se encontraba en Memphis apoyando a los basureros de la localidad en su huelga. A la salida de su hotel fue tiroteado y falleció. A raíz del atentado, graves incidentes se sucedieron por varias ciudades. Ataques, revueltas raciales, agresiones... La violencia estaba a la orden del día y se temía que fuera a más. Tanto que James Brown, amigo personal de King, quería suspender su actuación en Boston por lo afectado que estaba por el asesinato de su amigo y las autoridades le rogaron que no lo hiciera, ya que eso supondría más altercados. El que James Brown actuara ese día significaba dar a la población negra un mensaje de que todo iba bien y que las cosas tenían que volver a su cauce.

Coincidiendo con el 40 aniversario del asesinato de Luther King, el periodista y cineasta catalán David Moreu viajaba a la ciudad que vio triunfar a Elvis y que dio a la música americana uno de los estilos más inconfundibles de la cultura de baile, la discográfica Stax Records.

"Estaba preparando un artículo para una revista sobre el 50 aniversario de Stax Records —nos cuenta David— y me puse en contacto con el museo que tienen en Memphis, que está donde se ubicaba el estudio de grabación en los 60. Stax ya no funciona como sello, pero su legado está reivindicado en este edificio, que funciona no sólo como museo de la discográfica, sino como de toda la historia de la música soul americana. Hablé con ellos porque quería conseguir imágenes de archivo de la época para ilustrar el reportaje y me hice bastante amigo del jefe de comunicación del museo. Un día me comentó que solían organizar viajes de prensa a Memphis para cubrir eventos musicales y que, como coincidía con el aniversario de Stax, podía conseguir que me acreditaran para escribir el artículo desde allí."

El viajar a Memphis supone que el trabajo de David cambie radicalmente. Lo que iba a ser un artículo de prensa, ante la posibilidad de estar presente donde se originó todo se transforma en un documental, aprovechando que David Moreu había trabajado en una productora. "Tenía muy buena relación con ellos y les pedí prestada una cámara, ya que pensé que al ir allí tendría acceso a artistas legendarios y gente curiosa, y entonces pensé en preparar un cortometraje."

A la derecha, Deanie Parker. A la izquierda, Shirley, protagonistas del documental.

El resultado final de toda esta aventura es un cortometraje titulado 'Down to earth', un trabajo que se empezó a rodar casi sin esquema previo y que fue creciendo y cambiando con el transcurso de los días que pasó David en Memphis, según nos cuenta. "Cada día mi contacto con el museo me decía con quién había quedado para entrevistarle y así pude hablar con David Porter —uno de los compositores del clásico 'Soul man'—, el reverendo Billy Kyles, que es quien estaba con Luther King cuando le dispararon y le atendió, la jefa de prensa de Stax Records en los 60, el presidente de Hi Records, la viuda de Otis Redding... Gente muy importante a nivel musical y social en Memphis. Mi idea era tirar por la parte musical de la historia, pero cuando llegas allí y ves que no todo es música y la importancia que tuvo la ciudad en el movimiento proderechos civiles, te cambia todo. Es la primera ciudad que te encuentras al bajar hacia el Sur de Estados Unidos y eso significa mayoría de población negra, segregación racial hasta bien entrada la década de los 60... Yo iba con unas preguntas preparadas sobre música, pero comencé a hacer preguntas también sobre Luther King, los derechos civiles y cómo había incidido el asesinato en la historia de América y fue facilísimo crear el nuevo vínculo conductor de la historia para el documental, porque todos hablaban de lo mismo."

Y así la trama de 'Down to earth' cobra un nuevo sentido. Impresiona ver contar al reverendo Samuel Billy Kyles cómo murió Luther King, prácticamente en sus brazos, y que no pudieron llamar a una ambulancia porque la telefonista del hotel había abandonado su puesto al oír los disparos y de la impresión que le dio ver la escena estaba sufriendo un infarto allí mismo, o cómo Deanie Parker, la responsable de prensa de Stax Records, cuenta que, si querías comprarte unos zapatos o un vestido, el que te probabas era el que te tenías que llevar te sentase bien o mal, porque eras negro y te lo habías puesto, y cómo estaban los llamados 'black mondays', día en que tenían prohibido comprar en las tiendas.

En los 60, la música negra estaba dirigida por dos grandes empresas, Stax Records en Memphis y Motown en Detroit. Quizá sea la Motown la más conocida para el público, por lo comercial de sus artistas, que aglutinó a gente como Diana Ross y las Supremes, Stevie Wonder, Four Tops o Michael Jackson, aunque Stax tuviera también pesos pesados como Al Green y Otis Redding. Es curioso que, décadas después, el enfrentamiento entre ambos sellos siga latente y se puede ver a los miembros de Stax hablar aún con resentimiento de la Motown, del pijerío de poner profesores de protocolo a sus artistas para que aprendieran a comportarte en actos públicos o cómo mandaban a sus músicos a grabar a Memphis para intentar copiar su estilo.

A la izquierda, el reverendo Kyles. A la derecha, Valencia Robinson.

"La rivalidad no debía de ser tan fuerte cuando muchos músicos de Stax versionearon en sus discos canciones de la Motown", nos aclara David, "cosa que no hicieron en la misma proporción los artistas de la Motown con Stax. Es cierto que Motown trabajaba intentando agradar más a los blancos con un soul tirando a pop para conseguir más público, eran más políticamente correctos. En cambio Stax, al principio, eran unos paletos sureños. Estaban aislados en el Sur y no esperaban tener éxito, así que no se plantearon nunca tener una imagen. Ellos se centraban en la música y era todo más espontáneo. La tradición de la música del Sur es más del blues y el gospell, más cruda, y no el pop y la música ligera que influenciaba a la Motown."

Uno de los principales problemas a los que se ha visto sometido David Moreu a la hora de realizar 'Down to earth' es el presupuesto. Esto hace que, curiosamente, en un documental que habla de música, ésta quede relegada a un segundo plano y se escuche en pocos momentos. "En el corto suena 'soul man' y aparece Valencia Robinson cantando en los títulos de crédito. Suena algo de Broker T and the Mg's en algunas escenas y en las imágenes de archivo de las revueltas ciudadanas suena una canción protesta de la época. El corto está producido de manera independiente y no había presupuesto para alardes musicales ni técnicos. Me hubiera gustado poner más música, pero para 27 minutos de documental creo que está bastante equilibrado."

Las barberías de Memphis son elemento principal en el documental. Ancladas en el pasado, con la decoración de cuando se inauguraron en los años 50 o 60, David ha rodado en ellas varias entrevistas para este documental, algo que, como muchas cosas de este trabajo, surgió de forma casual. "Ya tenía las entrevistas hechas y quedaban tres días para que volviera a España, pero me daba la sensación que había quedado muy institucional y me faltaba la versión de la calle de lo que había significado la lucha por los derechos civiles. Entonces me presentaron a una peluquera llamada Shirley, que tenía el local frente al edificio de Stax, y decidí grabarla porque tenía unas historias muy originales y aparte su peluquería era increíble. Las barberías son como aquí los bares, centros de reunión donde la gente va a pasar la tarde, y pensé que, si encontraba un par de locales más donde la gente me contase qué pensaban de cómo la música había cambiado la sociedad, podía ser un buen hilo conductor. Las localicé, grabé cosas y en una de ellas que estaba frente a mi hotel, había una chica cortándose el pelo llamada Valencia Robinson que me dijo que era cantante de soul y me empezó a contar lo que hacía y yo le propuse grabar la entrevista mientras se cortaba el pelo. Todo casualidad."

De hecho, el título 'Down to earth' está sacado del cartel de una de ellas situada en un semisótano, y sirve para hacer un juego de palabras con "los pies en el suelo", que sería otro de los significados del término. "Cuando vi el cartel me pareció que sería un buen título para el documental, porque esta gente está muy concienciada con su cultura y su música y la defienden con uñas y dientes. No hay más que ver a Valencia Robinson con lo joven que es y cómo habla de sus padres y esa época, aunque ella no la viviera, lo claro que tiene sus ideas... Hace tres meses estuve proyectando el cortometraje en el museo de Stax Records y volví a quedar con ella. Junto al museo, hay una academia de música para los chicos del barrio sin posibles y vinieron alumnos a verlo y Valencia estuvo hablando con ellos después de la proyección para ver su opinión, si consideraban que la música que escuchan en la actualidad refleja la realidad social como hacía el soul hace 40 años... Es una chica muy joven, pero que está muy concienciada y como ella mucha gente de su edad."

El principal problema que hay en España con los cortometrajes es su casi nula difusión fuera del circuito de festivales. Es cierto que algunas plataformas digitales los emiten, al igual que TV2, pero ¿qué ocurre cuando el cortometraje es documental y además rodado en inglés? ¿Sólo queda el recurso de internet? David Moreu nos da pistas de cómo poder ver 'Down to earth'. "De momento estamos enseñándolo en festivales de cine y donde mejor aceptación está teniendo es en los relacionados con la música. Hay otros festivales que no sé si por su formato o temática no les ha interesado. Se ha proyectado en el festival de blues de Barcelona y en marzo de 2009 se va a ver en el Black Music Festival de Gerona, donde, si todo va bien, vendrá a tocar Valencia Robinson. Cuando tienes un proyecto como 'Down to earth', que es independiente y no tiene apoyo de nadie, la mejor promoción es a través de blogs de internet. Han sido muy útiles para difundir este corto. Mandé la información a un par de blogs de música soul y a partir de ahí mucha gente ha contactado conmigo y se ha ido expandiendo a blogs extranjeros, alguna televisión se ha hecho eco del estreno. Soy consciente que es un documental muy especializado y no todos están familiarizados con la música de Stax Records y el tema de los derechos civiles americanos le queda un poco lejos a mucha gente de aquí. La intención es proyectarlo y hacer un pequeño currículum para luego mandarlo a las televisiones. Hacer un corto y mandarlo a una tele lo puede hacer cualquiera, pero para que te hagan caso y lo emitan tiene que tener un historial detrás y es en eso en lo que estamos ahora."

*Alejandro Arteche es nuestro colaborador de música.