Sábado, sabadete...

Dicen que el ser humano es un animal de costumbres. Si observamos los hábitos sexuales de la mayoría de la gente, probablemente debamos estar de acuerdo. En cualquier caso, también es cierto que el apetito sexual o el grado de deseo de una persona en concreto puede variar en las distintas etapas de su vida. Esto es verdad tanto para hombres como para mujeres.

M. A. Martín

Cada persona cuenta con sus propios biorritmos, y es así que algunas parecen tener más energía durante el día, mientras que a otras parece revivirlas la noche. También es cierto que la vida de la gran mayoría de personas adultas está determinada por el tiempo y el esfuerzo que tienen que dedicar al trabajo y a las tareas propias del día a día. La profesión y la familia son las dos áreas que suelen requerir mayor tiempo en la vida de las personas y que menos tiempo y energía dejan disponibles para el sexo.

España, a diferencia de algunos otros países europeos, sigue teniendo una jornada partida y la gente pasa gran parte del día fuera de casa, atendiendo a sus obligaciones laborales. Lo de la siesta se estila cada vez menos, aún así sabemos que hay personas que aprovechan para ir a casa a comer y en ocasiones también para pegar un 'quiqui'. Sin embargo, por la información que tenemos, esto no es lo más común.

Casi toda la gente está bastante atareada de lunes a viernes y, por lo general, tiene más tiempo libre los fines de semana. Quizás de ahí viene el dicho: "Sábado, sabadete, camisa limpia y polvete". Sabemos que muchas parejas reservan sus encuentros sexuales para el fin de semana. Y más específicamente para el viernes por la noche o el sábado, que es cuando se sienten más relajadas.

El caso de la masturbación puede ser muy distinto. En general, requiere menos tiempo y es una práctica mucho más común entre varones. Tenemos conocimiento de hombres que se masturban por lo menos tres veces al día, lo que suele ocurrir al despertar por la mañana, al salir para comer al mediodía y, por la noche, cuando ya están relajándose tras el trabajo... Las mujeres reportan mucho menos placer y entusiasmo por esta práctica. Y, de hecho, un buen número de ellas sólo se masturba en compañía y con la ayuda de su pareja.

El estrés y los estímulos del entorno también pueden tener un efecto en el deseo de la gente. Curiosamente, hay quienes pierden el deseo debido a la ansiedad, mientras que otras personas usan la masturbación para librarse de una cierta cantidad de estrés. Otro de los factores que pueden influir es la asociación que algunas personas establecen entre la noche y el sexo. A esto se puede sumar el hecho de que algunas cadenas de televisión emiten programas con contenidos eróticos a esas horas y que la publicidad utiliza más estímulos eróticos de noche.

¿Cuándo sueles tener sexo? ¿Cómo crees que tu rutina influye en la hora y el momento que tienes sexo? ¿Cuál es tu momento favorito para tener sexo? ¿Ha cambiado esto en distintas etapas de tu vida?