El milagro de poder contemplar desde el 4 de noviembre hasta el 12 de abril de 2009 en El Prado algunas de las mejores esculturas clásicas del Museo Albertinum de la ciudad alemana de Dresde ha sido posible gracias a las obras de reforma que esta pinacoteca lleva a cabo, lo que ha posibilitado la cesión de sus esculturas para que puedan ser contempladas por el público en España durante seis meses.