La tercera edición del certamen "La publicidad en el museo" ya tiene ganadores. "La clave reserva", el cortometraje de Scorsese para Freixenet de las navidades pasadas, "Cuerdas" de Audi y "Salones" de Ikea entran a formar parte de los archivos del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.
Un día, esperemos que muy, muy lejano, cuando nuestra civilización haya desaparecido y, muy posiblemente, esté dominada por los simios, los arqueólogos que escudriñen las ruinas del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS), se encontrarán ante un panorama que tal vez les cueste comprender o incluso lleguen a interpretar de forma equivocada.
Junto a piezas audiovisuales de gentes como Bill Viola, Nam June Paik, Wolf Vostell, Jack Smith, esos investigadores del futuro hallarán una serie de spots que se colaron en dicho acervo gracias al certámen "La publicidad en el Museo". Esperemos que, para entonces, las teorías sobre nuestra forma de vida sean capaces de diferenciar entre arte y publicidad. De no ser así en el futuro pensarán que Bill Viola hacía anuncios muy raros, o que el mundo del vídeo arte se volvió un tanto incomprensible (más incomprensible, queremos decir) desde que nombres como Atlético de Madrid, Metro de Madrid, Acciona o Festival de Cine Fantástico de Sitges empezaron a firmar ese tipo de productos.
El caso es que nos guste o no, la tercera edición de "La publicidad en el museo" ha conseguido incluir tres piezas más en este olimpo del arte que es el archivo del MNCARS. Concretamente "La clave reserva", el magnífico cortometraje de Martin Scorsese y J. Walter Thomson para Freixenet –que, por cierto, fue descalificado por el pasado Festival de Publicidad Iberoamericana El Sol–, "Cuerdas" de DDB para Audi y "Salones" de SCPF para Ikea.
Todo apunta a que será complejo para esos arqueólogos del futuro intentar entender qué pasaba por las cabezas de los terrícolas del siglo XXI cuando se hicieron esas piezas. ¿Pensarán que el de Scorsese es el más interesante de todos como pensamos nosotros? ¿Que es una cosa demasiado trepidante para ser considerado vídeo arte? ¿Dirán que el de Ikea es una pieza sublime de post-surrealismo? ¿Dirán que es una solemne memez? ¿Pensarán que cuerdas es un poema visual? ¿Un ballet? ¿Un centro de terapia para personas con trastornos psicomotrices? Y ustedes ¿Qué piensan?
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La copia de spots electorales, a veces porque están hechos por el mismo asesor en varios países o simplemente porque se cree que un buen anuncio en Reino Unido puede adaptarse a Grecia, es bastante común en marketing político. De hecho, en la exposición de spots electorales celebrada en Barcelona hace un par de años incluso se dedicó una sección a este tipo de casos.
En: E-Campanya
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Así, ni cortos ni perezosos, en la Comunidad de Madrid han apostado por buscar, comparar y comprar aquellos buenos ejemplos de marketing en el sector público. Y en ello, el referente es Obama. El presidente norteamericano hizo de su “Yes we can” su grito de guerra. Su eslogan memorable. Resumió en tres palabras el espíritu de su campaña y consiguió con él movilizar a su electorado.
En: E-Campanya
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