Europa se aferra al 'carbón limpio'

Europa parece empeñada en unir dos palabras que en principio suenan antagónicas "carbón" y "limpio". Si hace unos meses Italia inauguró un nuevo tipo de central de carbón mucho más eficiente, Alemania acaba de poner en marcha otra experimental que almacena el CO₂ generado en el subsuelo para evitar dejarlo escapar a la atmósfera.

Proyecto experimental de la compañía Vattenfall en Alemania.

El carbón está considerado como una de las fuentes de energía más sucias debido a la emisión de partículas y gases a la atmósfera, entre ellos CO₂, principal gas de efecto invernadero. Sin embargo las grandes reservas de este mineral en el mundo y sus bajos precios, frente a los altos precios del petróleo y del gas natural, lo convierten en demasiado irresistible para dejar de utilizarlo. De ahí el interés de numerosos países por limpiar el nombre de este mineral.

A finales de julio la eléctrica italiana Enel inauguró, en Roma, un nuevo tipo de central de carbón más eficiente que, según sus promotores, producirá en torno al 4% del total de la energía que consume Italia y permitirá reducir un 18% las emisiones de dióxido de carbono de la planta de petróleo existente allí con anterioridad.

Ahora, esta misma semana, la empresa sueca Vattenfall ha puesto en marcha una central de carbón experimental de 30 megavatios de potencia que separa y entierra el CO₂ antes de que pueda escapar al exterior. La planta piloto ha sido construida en Lausitz, una región deprimida del este de Alemania conocida por sus minas de carbón a cielo abierto, y ha costado cerca de 70 millones de euros. ¿Cómo funciona? El CO₂ es captado después de quemar el carbón en oxígeno puro y trasladado hasta un antiguo depósito subterráneo situado al norte donde es almacenado.

Lo cierto es que son varios los países que buscan dar una nueva oportunidad al carbón como fuente de energía. En el caso de la UE, son 68 las plantas de este negro mineral proyectadas para los próximos cinco años: 33 en Alemania, 8 en Gran Bretaña, 6 en Italia ... (Fuente). Además, otras economías en desarrollo de rápido crecimiento como India y China tienen una gran dependencia del carbón, su principal fuente de energía. China construye actualmente dos plantas de producción eléctrica a base de carbón cada semana, de 500 MW (Fuente). Sin olvidar que el 50% de la electricidad generada en Estados Unidos proviene del carbón.

Alarma entre los ecologistas

Según un informe reciente publicado por el 'Massachusetts Institute of Technology' sobre el futuro del carbón, el uso de este mineral aumentará en el mundo en cualquier escenario previsible, porque es barato y abundante en muchos países, y por ello instan a las autoridades a invertir en proyectos de desarrollo de las tecnologías de carbón limpio.

Este panorama está creando una gran alarma entre los grupos ecologistas que advierten que esta trayectoria hará imposible frenar el cambio climático.

El término "carbón limpio" fue acuñado por la industria hace décadas para mostrar sus avances en la reducción de la contaminación mediante nuevas tecnologías que disminuyen significativamente el número de partículas de hollín expulsadas al aire, así como los gases dióxido de sulfuro y óxido nitroso. En cuanto a las emisiones de CO₂, al tratarse de tecnologías más eficientes, reducen emisiones de CO₂, en la medida en que es necesario menos carbón para producir energía que con técnicas comunes. Según un informe de Greenpeace, las técnicas más comunes poseen una eficiencia de un 37,5% y con las llamadas tecnologías de "carbón limpio", se consigue una eficiencia de entre 41 y 44%.

Una de las tecnologías alrededor de las que existen más expectativas es la de Carbon Capture and Storage (CCS), la misma que la de la planta de Vattenfall inaugurada en Alemania. Si bien defensores de esta tecnología, como el ministro de Energía de Gran Bretaña en declaraciones al diario 'The Guardian', auguran que en cinco años será ya viable, desde Amigos de la Tierra, donde critican los planes de desarrollo de "carbón limpio" por parte de la compañía española Unión Fenosa, consideran que está aún inmadura, resulta económicamente inviable y compite en recursos con las energías limpias.

A pesar de las instalaciones experimentales puestas en marcha como la de Vattenfall, a principios de año la administración de Bush canceló el mayor proyecto de demostración de captura de carbono de USA debido a sus altos costes (fuente). Por otra parte, un informe reciente publicado en 'Sciencenews' indicaba que la CCS con las técnicas actuales empeorará los costes ambientales incrementándose otro tipo de emisiones que causan lluvia ácida, contaminación de las aguas e incluso destrucción de la capa de ozono.

Cómo declara Caroline Lucas, miembro del Grupo de Los Verdes del Parlamento Europeo, "la tecnología por sí sola no nos va a salvar del cambio climático, la gente prefiere pensar en soluciones técnicas, pero también es necesario un cambio de comportamiento. Los gobiernos no quieren hablar de consumir menos, pero la realidad es que el aumento de la eficiencia que acompaña a las mejoras tecnológicas puede ser superado por un mayor consumo, o empequeñecido por el volumen del crecimiento. En algún momento tenemos que dejar de posponer la acción real".

*Vanessa Sánchez es ambientóloga y trabaja en la Fundación Global Nature.

(Las conclusiones y puntos de vista reflejados en este artículo son responsabilidad únicamente de su autor y no representan, comprometen, ni obligan a las instituciones a las que pertenece).