La hermana cenicienta de Beyoncé se rebela

Solange Knowles, la hermana pequeña de Beyoncé y patito feo de la familia, acaba de editar lo que ya se puede considerar uno de los discos básicos de 2008, dando sopas con honda a su hermana mayor.

'Sol-Angel and the Hadley St Dreams', que es como se llama el disco, vino precedido a primeros de año por 'I decided', una canción producida por The Neptunes y que usaba como base palmas y percusión al estilo de las Supremes, pero que no terminaba de arrancar y te pasabas todo el tema esperando a que la chica cogiese carrerilla y la canción subiera de clímax y, justo cuando parecía que iba a llegar ese momento, la canción acababa y te dejaba con ganas de más.

Hasta llegar al 'I decided', Solange había pasado por ser ninguneada por su padre, que había ejercido de manager de su carrera y la había tenido entretenida con bobadas, mientras se preocupaba del dinero que le hacía ganar Beyoncé. Cameos en vídeos y discos de las Destiny's Child para que Solange dejara de protestar, un embarazo demasiado joven y una separación y un primer disco, 'Solo Star', que a pesar de contar con la ayuda de Linda Perry y Timbaland, parecía compuesto por los desechos que no había querido su hermana para sus discos: no era buen comienzo.

Así que Solange ha estado trabajando tranquila y en la sombra esperando su momento. Lo primero fue romper contrato con su anterior discográfica, la misma de Beyoncé, y fichar por Geffen. Es posible que pensase que, estando las dos hermanas en el mismo sello y siendo Beyoncé la estrella, a ella nunca la iban a tomar en serio. Sabia decisión.

La segunda maniobra ha sido juntarse con lo mejorcito de la música actual, entre ellos el productor estrella Mark Ronson, y preparar un pedazo de disco para convertirse en la nueva diva del soul al estilo Diana Ross.

Se acabaron los ritmitos sincopados y los gemidos y gorgoritos del R&B, eso ya no se lleva y sólo hay que ver el batacazo del último disco de Beyoncé, que no lo ha salvado ni el dueto con Shakira. Solange ha venido a cantar de verdad, como en la vieja época de la Motown, Stax y Atlantic.

Para hacer boca a la edición de 'Sol-angel and the Hadley St. Dreams', tras la buena recepción del primer single, otra sorpresa. Un giro total de 360 grados para lanzar uno de los pelotazos de este verano. Para ello a Solange no le importa ponerse un vestido de princesita, posar de perfil a pesar de su nariz y aparecer con gafas de miope en la foto de promoción. Ella no necesita enseñar cuerpo, que lo tiene. Ella tiene una canción bestial y lo sabe. Y así se edita 'Sandcastle disco', una trepidante pieza de baile que trae lo mejor del sonido negro de siempre. Puro rompepistas.

La espera hasta que a finales de agosto se ha editado el segundo disco de Solange ha sido interminable. La diferencia de sonido de los dos singles previos y, lo mejor, el que los dos fueran igual de buenos, ha tenido a todo el mundo de los nervios esperando el resultado final.

'Sol-angel and the Hadley St. Dreams' es un discazo para no parar de bailar. Trae lo mejor de lo que ya podemos llamar una nueva escuela de soul tras los trabajos de Amy, Duffy y Sharleen, entre otras. También incluye algún guiño al pasado hiphopero de la familia Knowles, que nunca viene mal tocar todos los campos y quién sabe si eso puede suponer unos discos más vendidos. Aunque no haga falta.

La pequeña de la familia ha pegado un grito y les ha dado a todos, padre y hermana mayor incluidos, un guantazo en toda la cara con el pedazo de disco que ha hecho. Así aprenderán a tomarla en serio a partir de ahora.

La nueva diva de la música negra se llama Solange y ha venido para quedarse.

*Alejandro Arteche es nuestro colaborador de música.