El Índice de Precios de Consumo (IPC) bajó cinco décimas en julio, gracias sobre todo a las rebajas de verano, pese a lo cual la tasa interanual de inflación siguió subiendo y se situó el mes pasado en el 5,3%, la más alta desde diciembre de 1992, según los datos del Instituto Nacional de Estadística.La primera caída mensual de precios desde enero vino empujada por la bajada en un 11,3 por ciento de los precios del vestido y del calzado, en un mes en el que siguieron subiendo los del transporte por el encarecimiento de los carburantes y los de la vivienda por la subida de la electricidad.La inflación subyacente -que excluye del índice general los precios de la energía y los alimentos frescos- bajó además nueve décimas en julio, a pesar de lo cual la tasa interanual se elevó hasta el 3,5 por ciento.