La selección española: antes y después

La selección española ha logrado un nivel de juego que pocos alcanzan a recordar. Para varias generaciones de aficionados, la final de Viena es el primer gran triunfo del combinado nacional. Estos sufridores seguidores de 'La Roja' se habían habituado al trauma de cuartos, a la inestabilidad interna, a convivir con la frustración. Sin embargo, ahora se abre de par en par un nuevo panorama para el equipo: hay que revisar las expectativas y pensar si el sueño vienés volverá a repetirse.

Kerim Okten (EFE)

Antes...

Un mísero título adornaba las vitrinas de la selección española. Desde 1964 nadie era consciente del supino placer que supone levantar un título. Lo más cerca que muchos habían estado era en la Eurocopa de 1984, cuando los hombres dirigidos por Miguel Muñoz dejaron escapar el título en la final ante Francia. Esta grave sequía había generado graves consecuencias en el inconsciente colectivo de la afición. Era una tragedia de dimensiones psicológicas. Temor a cuartos, desconfianza crónica, miedo escénico, implicación a medias, ya lo decía yo... Éstos son algunas de los efectos secundarios que había provocado la selección española.

Y después...

Luis Aragonés se ha convertido en el gran exorcista de los miedos españoles. Tras él, el fútbol español se asoma a un horizonte nuevo y desconocido. En primer lugar, a la hora de pensar en el futuro, habría que ensalzar la figura del entrenador. Abandona el equipo con aire despechado, porque nadie hizo lo posible por retenerle. Luis Aragonés abandona el banquillo de la selección para emprender su aventura turca. A punto de cumplir 70 años, Luis se embarca en un proyecto que demuestra su amor al fútbol, ese cariño que supo plasmar sobre el campo con los 23 jugadores que le acompañaron en la Eurocopa.

De este modo, se abre un nuevo escenario, que estará liderado por Vicente del Bosque, según se ha venido hablando en las últimas fechas (aunque no se haya confirmado de forma definitiva). El ex entrenador del Real Madrid se encargará de mantener la llama que ha encendido Aragonés, y de perpetuar el estilo que, desde esta Eurocopa, se ha incrustado en la genética de la selección. Del Bosque parece un hombre capacitado para ello, porque siempre se ha caracterizado por la ecuanimidad de sus decisiones y por la mesura en las declaraciones. Es un hombre calmado que tiene por delante una temible papeleta: repetir el éxito de la selección. Y es que, las expectativas de los aficionados, a partir de ahora mirarán más allá de los cuartos de final.

¿Crees que Del Bosque es la persona adecuada para estas nuevas metas? ¿Crees que la Federación debería haberse esforzado más en la renovación de Aragonés?