Superhéroes al desnudo

En los tebeos, el hábito hace al monje. Tanto, que todo es ponerse una capa y unos calzones de colores y ya puede uno dedicarse a combatir el crimen. A algunos les basta con lucir un taparrabos para ponerse a luchar contra el mal. Y a veces ni eso. Les dejo con un breve repaso a esos personajes que lucen con orgullo su desnudez llena de músculos y de curvas sinuosas. Advertencia a los puristas: unos son superhéroes en sentido estricto, y otros pertenecen al género de la fantasía. Pero no lo duden, son héroes, salen en tebeos y bueno, les gusta ir ligeros de ropa. Y quién sabe, si Giorgio Armani lee este artículo puede que su próxima exposición sobre moda y tebeos sea bastante más fresquita.

ELPABLO

1.Estrella Plateada; 2.Frankie Raye; 3.Namor; 4.Dr. Manhattan; 5.Red Sonja; 6.Ghita de Alizarr; 7.Den; y 8.Conan.

Vamos a comenzar pues. Sugiero al lector que tome la ilustración como guía y así podrá identificar cada personaje con su rotunda (semi) desnudez. El primero en subir a la pasarela es Norrin Radd, más conocido por su nombre de guerra, Estela Plateada (1). El surfista de plata era el heraldo de Galactus, un ser primordial que merendaba planetas y que había decidido que la Tierra sería un buen aperitivo. Norrin terminaba la aventura ayudando a los 4 Fantásticos a vencer a Galactus, causándole una crisis de identidad y convirtiéndole en un pelmazo cósmico que se pasea por el Universo lamentándose de su triste destino. Ahora bien, lo de vestirse no va con él. Su diminuto bañador le permite lucir palmito a lo largo y ancho de la galaxia. El espectáculo de la luz de las estrellas reflejándose en su cromada musculatura provoca el babeo masivo en todo el cosmos.

Y seguimos con los 4F y Galactus, ya que nuestra segunda invitada, Frankie Raye (2), llegó a pertenecer a las filas de la Primera Familia en el papel de novia de Johnny Storm, la Antorcha Humana. Pero, ay, Frankie dejó a Johnny con un palmo de narices cuando se cruzó en su vida el tipo más duro de la galaxia. Poseída por el irresistible atractivo de Galactus, Frankie salva la Tierra cuando lo abandona todo para tomar el antiguo puesto de Estela Plateada y ayudar al comilón cósmico en su tarea de zamparse otros mundos, convirtiéndose en una cerilla todopoderosa y… desnuda, calentando el frío espacial con sus curvas llameantes.

Namor, el Príncipe Submarino (3), es un veterano de los tebeos. Creado en 1939 para la editorial Timely, el personaje fue repescado para la Marvel Comics en los sesenta por el Dúo Dinámico, Stan Lee y Jack Kirby. Namor es príncipe de la sumergida Atlantis y un personaje la mar de interesante. Lo mismo te invade Manhattan con su ejército submarino que te salva el mundo al lado del Dr. Extraño. Sus orejas puntiagudas, su torso marmóreo y sus tobillos alados provocaron que Sue Storm, la Mujer Invisible, mandara hacer gárgaras a Mr. Fantástico durante una temporada. Y es que entre pasarse el día encerrada en un laboratorio y vivir una aventura de pasión con un príncipe que haría que el David de Miguel Ángel bajara su cabeza con las orejas gachas, pues no hay color.

La Espadachina Roja, de sport.

El más poderoso de los hombres. Tanto que ya ni es un hombre, aunque aún le queden sus atributos sexuales para poner esa afirmación en duda. Es el Dr. Manhattan (4), creado por Alan Moore y Dave Gibbons para ‘Watchmen’, su tour de force superheroico. El Dr. Manhattan era un físico atómico a sueldo del gobierno americano que, tras un accidente en su laboratorio, renace como un superhombre de piel azul, asombrosa musculatura, porte aristocrático y dotado de poderes casi divinos. Gracias a él, los americanos ganan en Vietnam y alcanzan la supremacía durante la Guerra Fría. El Dr. Manhattan, carente de emociones humanas, pasea su azulado cuerpo despelotado por el espacio y el tiempo provocando más de un desmayo a los que aún conservan sus bajos instintos.

Dejamos a los superhéroes y nos centramos en la fantasía heroica. Pero olvídense de Tolkien, C.S. Lewis y esos mundos prístinos poblados por seres de corazón puro. Levemente inspirada en un personaje de Robert E. Howard, Red Sonja (5) fue creada para los cómics por Roy Thomas y Barry Windsor-Smith. Sonja es una guerrera que busca venganza (sus padres fueron asesinados) y que se gana la vida como mercenaria. Vestida con un sujetador de cota de malla y armada hasta los dientes, Sonja tiene una peculiaridad: sólo entregará su cuerpo a quién le derrote en combate, lo que provoca que sus contemporáneos pierdan su cabeza (literalmente) por pasar un ratito de gloria, que diría Kiko Veneno. Hasta que eso suceda, Sonja pasea en busca de aventuras su cabellera de fuego y sus prietas carnes a salvo de moscones impertinentes.

Uno de los artistas que dibujó a la Red Sonja más sensual fue Frank Thorne, conocido erotómano que, harto de las restricciones para mostrar a Sonja en todo su esplendor (el cómic era publicado por Marvel, y eso significaba respetar el código de conducta de la industria), creó su propia versión para adultos de la Espadachina Roja. Y qué versión. Ghita de Alizarr (6), prostituta poseída por el espíritu de un guerrero legendario y ninfómana declarada. Thorne se suelta la melena en un cómic de alto voltaje erótico, plagado de espadazos, brujería, monstruos y furiosos encuentros sexuales. Si Sonja es un adalid de la castidad, Ghita es todo lo contrario. Su piel nacarada y sus carnosos labios no tienen dueño, pero no le hacen ascos a ningún aspirante. Y miles de lectores se lo agradecerán siempre.

Conan, según Franzetta.

Ni un pelo de tonto tiene nuestro siguiente modelo masculino, Den (7), creación de Richard Corben para su cortometraje de animación ‘Neverwhere’ que adaptó al cómic para la revista ‘Heavy Metal’ en 1977. Den es un tipo escuchimizado que se ve trasladado por arte de magia a un mundo de fantasía poblado de incontables peligros y voluptuosas mujeres. Allí, gracias a (sí, otra vez) la magia, su frágil cuerpo se convierte en una imponente máquina musculada. Calvo de la cabeza a los pies y con un aspecto digno del dios Apolo, a nadie con dos dedos de frente se le ocurriría tapar ese cuerpo serrano, así que Den hace gala de su desnudez durante la mayor parte de sus aventuras.

Y así llegamos a nuestro último representante de esta estirpe de héroes acalorados. Conan (8), ese bárbaro al que nos referíamos antes. La fantasía homoerótica de Robert E. Howard sobre un guerrero invencible venido de Cimmeria, allá en el lejano norte, cuyas andanzas se convertirán en leyenda. La descripción física del bárbaro en los relatos de Howard es un tanto vaga, pero el escritor incide en un par de puntos en los que conviene detenerse: Conan es un gigante musculoso ágil como una pantera. En los cómics, Barry Windsor-Smith (el primer dibujante de la colección ‘Conan el Bárbaro’) prefirió dibujar a Conan con un aspecto fibrado y elástico, pero cuando John Buscema se hizo cargo del personaje, Conan adquirió esa colosal figura de músculos pétreos que ha quedado en el imaginario colectivo. La popularidad del personaje (que cuenta con dos películas protagonizadas por Arnold Schwarzenegger) le ha convertido en el héroe semidesnudo de los cómics por excelencia. Melena negra al viento, ojos azules, pendiente en la oreja derecha y un cuerpo curtido en mil batallas: mujeres y hombres caen rendidos a sus pies…aunque los hombres suelen caer muertos.

Y con Conan acabamos este repaso. Espero que se hayan divertido y que su cerebro haya emitido algún tipo de endorfina mientras fantaseaban con la posibilidad de ser salvados por alguno de estos aguerridos y sexys personajes.