La ONU apremió al régimen militar de Birmania (Myanmar) a que abra el país a la ayuda internacional que se acumula en sus fronteras, ante el temor de que más demoras en la distribución de asistencia aumente el devastador saldo del ciclón Nargis. Las agencias de las Naciones Unidas y numerosas organizaciones humanitarias internacionales llevan tres días esperando que la burocracia birmana conceda visados a sus cooperantes y permita la entrada de cargamentos con materiales de primera necesidad para los más de un millón de damnificados. El subsecretario general de la ONU para Asuntos Humanitarios, John Holmes, advirtió hoy de que las cifras de 22.000 y 40.000 muertos ofrecidas por el Gobierno hasta el momento, "muy probablemente se incrementarán".