Bafici, un festival a la medida de la capital argentina

BUENOS AIRES (ARGENTINA).-  En los últimos años Buenos Aires se ha vuelto uno de los polos culturales más importantes de América Latina. Con esa pasión latina que nos define, la ciudad cuenta con miles de estudiantes de cine, casi cien estrenos nacionales por año, ciclos y mini-festivales por doquier y un buen número de publicaciones especializadas. Buenos Aires respira y late cine.

Dentro de este panorama, el rey anual es el Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente que se llevará a cabo hasta el 20 de abril. Festival, que pese a los snobs de anteojitos y chicas consumidoras masivas de sushi que circulan por las salas, es la mejor oportunidad en la ciudad para ver el mejor cine del mundo.

Con diez años de vida, el festival cuenta con nuevo director. El reconocido crítico cinematográfico y realizador Sergio Wolf., quien le ha imprimido su propio sello a la muestra. En la mayoría de las ediciones anteriores, este evento partió de una contradicción. Un festival de cine independiente, con directores que fundan sus poéticas en una oposición al cine comercial y sus circuitos, tenía como su hogar un 'Shopping Center' y entre sus principales patrocinadores al Grupo Clarín. Uno de esos extraños no-lugares postmodernos y uno de los peores males entre los medios de comunicación argentinos.

Si bien el nuevo director no erradicó el Shopping Abasto como sede central ni al gran medio masivo, sí incluyó dos nuevas sedes. El Teatro 25 de Mayo, recuperado por los vecinos de Villa Urquiza, y una pantalla al aire libre y con entrada gratuita en el Pasaje Carlos Gardel.

El listado de films es, por suerte, abrumador. Alcanza una cifra de 427 films nacionales y extranjeros. El festival contará con las clásicas secciones de Competencia Internacional y Argentina, la sección destinada a Cortometrajes, Cine del futuro y Derechos humanos, las también tradicionales Panoramas y Trayectorias y las vastas Retrospectivas destinadas este año a Manuel Antín, Ken Jacobs, Nicolas Klotz, Jacques Nolot, David Perlov, Masahiro Kobayashi, entre otros directores y secciones. Sin embargo, dentro de esta maratónica programación hay algunas perlas imperdibles que no se pueden pasar por alto: La question humaine (Francia) de Nicolas Klotz, Shine a Light (EEUU) de Martin Scorsese, Luz Silenciosa (México) de Carlos Reygadas, En la ciudad de Sylvia (España) de José Luis Guerín, Paranoid Park (EEUU) de Gus Van Sant, I’m not there (EEUU) de Todd Haynes, El silencio antes de Bach (España) de Pere Portabella y My Winnipeg (Canadá) de Guy Maddin.

Esta décima edición cuenta además con un buen número de eventos especiales, encuentros para la industria y publicación de libros; Además, el festival contará con recitales musicales, vinculados a los films que se exhiben, como la presencia de Andrea Prodan, Flor Maleva y Christian Basso.

Una ciudad que vive y late cine, tiene con el Bafici en su décimo año (pese a sus contradicciones y detalles a mejorar), un festival a su medida.