¿Hacia dónde va Amy Winehouse?

Es el nuevo juguete roto favorito de la prensa rosa. Todo el mundo habla de ella aunque no hayan oído sus discos y muchos ni siquiera sepan que es cantante. Aparece en revistas del corazón semidesnuda por la calle con claros síntomas de embriaguez o "algo más" y en el corrillo de Ana Rosa Quintana se codea con Belén Esteban y otros nombres del folclore caspa. Amy Winehouse ha pasado de vender más de 3 millones de cds en todo el mundo a estar agonizando en el fango. ¡En menos de un año!

Amy, en una actuación.

Una canción, 'Rehab', que narra su experiencia sobre la negativa a ingresar en un centro de desintoxicación la catapultó a la fama. Un gigantesco moño cardado copiado de las Ronettes e infinidad de tatuajes portuarios hicieron que no pasara inadvertida la que, hasta ese momento, no era más que una nueva cantante de jazz aséptico dirigida a los pijos blancos ingleses como en el pasado Carmel o Sade.

Sus altibajos emocionales, adicciones, amistades peligrosas, conciertos cancelados y detenciones han puesto a Amy Winehouse en el punto de mira de los paparazzi ahora que el otro gran drogota inglés, Pete Doherty, está de capa caída. Pero no tienen nada que ver.

Doherty es el típico jeta que saca provecho de todo. ¿Que le meten en la cárcel? Escribe un diario y lo vende por miles de libras. Amy en cambio, no es más que una pobre mujer carente de autoestima y personalidad y cuyo entorno no la ayuda precisamente a sobrevivir. Muchos la han comparado con Billie Holiday o Chet Baker. ¡Ni por asomo! Dudo mucho que Amy pudiera organizar asaltos a farmacias para conseguir una dosis como Baker.

La pregunta ahora es: ¿habrá tercer disco?. Difícil. 'Back to black' lo escribió durante una crisis y es autobiográfico. Es cierto que ahora podría hacer otro con todo lo que le ha pasado este año pero está más perjudicada que nunca y lo más probable es que cualquier día aparezca muerta en una cuneta antes de que entre en un estudio de grabación.

También es cierto que parte del éxito de la cantante se debe a The Dap-Kings, grupo que la acompañó en la grabación dotándola de su característico sonido. Pero hay un problema, los Dap-Kings no son músicos de estudio sino grupo real con una cantante, Sharon Jones, que están aprovechando el éxito de rebote y vendiendo muy bien su nuevo cd '100 days 100 nights'.

¿Quiénes son los culpables de que toda su vida y su carrera se haya ido al garete? A continuación, algunas claves.

Blake Fielder Civil, su marido, actualmente en prisión

La interrupción de su noviazgo tras publicar 'Frank' llevó a Amy a una depresión y al acoholismo. De su dolor nació el exitoso 'Back to black'. La tiene vampirizada y depende de él para todo. Su relación como pareja es tortuosa y no ha sido raro verla con toda la cara marcada tras las habituales agresiones físicas que se causan mutuamente en sus discusiones. Como Sid Vicious y Nancy está claro que en este matrimonio sólo puede quedar vivo uno.

Mitch Winehouse, su padre

Le ríe todas las gracias. Cuando su compañía quería obligarla a desintoxicarse, él la apoyó en su negativa a ingresar en un centro aduciendo que no era más que una depresión pasajera y que a su hija no le pasaba nada.

Youtube.com

Al principio nos hacían gracia sus vídeos con los intentos por mantener el moño en su sitio mientras cantaba en los Brits o la borrachera que llevaba destrozando 'Beat it' de Michael Jackson, hasta que la cosa se desmadró y la red se inundó de vídeos con supuestas esnifadas de cocaína en medio del escenario. Que todo el mundo tenga acceso a internet y cámaras digitales no significa que tengan obligación de usarlas para destrozar a una persona herida de muerte.

Discográfica

Han decidido aprovechar el filón todo lo que puedan ante la posibilidad de que no haya tercer disco. La reedición de 'Back to black' en caja con extras, directos, un dvd -flaco favor le hace con la proliferación de planos con el vaso en la mano- y un documental donde queda patente las pocas luces de la muchacha, parece el punto de partida de posibles recopilatorios, rarezas, directos... Explotar la burra todo lo posible.

Al final, en toda esta triste historia resulta que la madre de Amy, de la que nos reíamos al principio y la comparábamos con la de la Pantoja cuando emitía comunicados a los fans rogando que no compraran los discos de su hija para evitar que tuviera dinero para seguir drogándose, es la única sensata de todo este circo.