Puede que te recuerde a la casita de Shrek, pero en ella no viven ni ogros, ni duendes, ni ningún personaje de cuento. Es la residencia de Simon Dale y su familia, construida íntegramente con materiales naturales, y diseñada por el propio Dale, que la levantó con ayuda de familiares y amigos. Su objetivo era "estar cerca de la naturaleza" e "impactar lo menos posible en el paisaje". Parece que lo ha logrado, ¿no?
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