Los residentes en el barrio de Denenchōfu, en Tokio, ya no se sorprenden cuando pasan delante de esta enorme fresa. Pero no ocurre lo mismo con las decenas de turistas que acuden a esta zona residencial sólo para poder contemplar una construcción tan curiosa. Quizá los dueños de esta tienda de regalos hagan caja gracias a la originalidad de su diseño, aunque también ponen mucho de su parte. Los que la conocen, cuentan que en la última planta el personal cuenta historias a los más pequeños.
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