Soraya, la moderna. No será la más vanguardista del mundo, pero dentro del PP no cabe duda que Sainz de Santamaría, natural, sin prejuicios, aplicada, atractiva y cercana, es la viva imagen de la modernidad que predica el partido. Su defensa del papel de la mujer en la sociedad, y en la formación en concreto, era necesario escucharlo en un discurso. Con su vestido de estampado geométrico y sus sandalias de tiras de ante y taconazo de esparto -confirmo a las muchas compromisarias que se fijaron en ellas que son de Zara-, demostró que sabe lo que quiere y va directa a por ello.