¡Que se dediquen a los bailes regionales!. Eso es lo primero que habrá pensado más de un aficionado, después de haber visto el juego que han desplegado los equipos de Francia y Rumanía. Ambos han apostado por la contención y no han asumido ningún tipo de riesgo. La verdad es que sí que ha sido un partido digno del 'grupo de la muerte'. Pero de la muerte por hastío y aburrimiento. En la imagen, Contra y Malouda.