La Declaración comienza en su artículo 1 afirmando que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos. La realidad que destapa AI es que, sólo en Egipto, durante la primera mitad de 2007 murieron cerca de 250 mujeres a causa de la violencia ejercida por sus esposos o miembros de su familia, y una media de 2 mujeres era violada en el país cada hora.