A lo Jackie Kennedy. La mujer de Sarkozy, que solía lucir melena despeinada y camisas negras se transformó así para visitar a la reina de Inglaterra: casquete, bailarinas y vestida de gris. Los medios han alabado su atuendo por elegante, si bien es cierto que el look parece sacado de una fotografía de los años sesenta. La discreción del traje quizás hizo olvidar a Isabel II el díscolo pasado de Bruni. Aunque la reina debe estar ya curada de espanto...