"Una visita a Irak sin el dictador es realmente una visita gozosa". Con estas palabras, destacadas por Reuters, celebraba Ahmadineyad su llegada a Bagdad, aludiendo a Sadam Husein. "Esta visita abre un nuevo capítulo en las relaciones bilaterales entre los dos países, y contribuirá a crear una atmósfera de cooperación en la región", explicó el premier iraní frente a las puertas del domicilio de Talabani. Según el líder persa, la colaboración económica de estas dos naciones les beneficiará por igual, pues "un Irak desarrollado, poderoso y unido supone una ventaja para todos".