Igual lo de Nicole Kidman es un embarazo psicológico. Claro que los trucos ópticos para desviar la atención de la tripa, también cuentan. Sobre todo el collar tipo araña de cristal que la actriz australiana se ha colgado del cuello aun a riesgo de jorobarse las cervicales. Keith Urban, ese hombre felizmente melancólico, se sujeta a su la cintura sin convinción.