Bruselas puede parecer una ciudad gris. Sin embargo, un paseo por el barrio de 'Les Marolles' demuestra todo lo contrario y regala estampas cálidas. El barrio se ha convertido en un lugar de encuentro para gente bohemia, diseñadores, y curiosos de todo pelaje. Una de las grandes protagonistas de Bruselas es la lluvia. Los belgas, con su particular sentido del humor, aprovechan esta circunstancia para decorar la ciudad con paraguas, como se ve en esta imagen. Pura ironía. Un álbum de Paloma Cabeza.