El filósofo existencialista Jean Paul Sartre, a quien conoció a finales de los años 20 en la Sorbona, fue su pareja sentimental. Gozaron de una relación en la que la libertad y la dependencia convivían sin contradicciones. Siempre se trataron de usted y nunca vivieron juntos pero su complicidad sobrepasaba cualquier barrera.